GUERRA, SANTO DOMINGO ,RD. En MADRID — El gobierno de Castilla y León prohibió el jueves matar toros durante un festival anual conocido como el Toro de la Vega después de una intensa campaña por parte de defensores de los derechos animales que tiene por objeto terminar con festividades tradicionales en las que se registra, desde su punto de vista, crueldad.
La decisión del gobierno de Castilla y León, que se aplica no solo al Toro de la Vega en Tordesillas, sino a otros eventos similares, se enmarca en el tenso debate que hay en España en torno a las festividades que giran alrededor de los toros y entre las que se incluyen las corridas de toros.
La decisión no es independiente de la revisión de políticas que tiene lugar a pocas semanas de la repetición de las elecciones generales, que se celebrarán en junio. Una generación de políticos jóvenes de izquierda ha tomado la delantera a la hora de pedir que se termine cualquier financiación pública de las actividades en las que se utilicen toros que son, a su vez, defendidas de manera vehemente por los sectores conservadores de la sociedad y por el Partido Popular del Presidente Mariano Rajoy.
El Festival del Toro de la Vega, que se celebra cada septiembre, se ha convertido los últimos años en el epicentro de intensas protestas. Los defensores de los derechos de los animales creen que es un acto público particularmente horrible. A los toros, los matan con lanzas tras una persecución a caballo y a pie.
PACMA, un partido político que defiende los derechos de los animales, emitió un comunicado el jueves en el que calificaba la prohibición como “un paso histórico” hacia la eliminación de todas las fiestas en las que se utiliza violencia contra los animales. La decisión del gobierno castellanoleonés debe ser aprobada aún por el parlamento. El alcalde de Tordesillas dijo en declaraciones a la prensa local que apelará la prohibición ante la justicia.
El decreto afirma que nace en respuesta a un número creciente de protestas contra la violencia que se ejerce sobre los animales. Y aunque también señala que las fiestas populares son parte de la herencia cultural del país, los diputados de hoy en día deben reconocer que los tiempos —y con ellos la ética de los españoles— han cambiado.
La prohibición no se refiere a las corridas de toros, una industria de capa caída desde que hace algunos años las subvenciones públicas y los ingresos comenzaran a disminuir. Los activistas de los derechos animales esperan que la decisión tomada por el gobierno catalán —que prohibió las corridas de toros a partir de enero de 2012— sea secundada por más administraciones en España. RED DE NOTICIAS, PARA EL MUNDO.
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